Mayra Flores | Con información de elsoldepuebla.com.mx
Como parte de los protocolos de bioseguridad para la procesión del Viernes Santo, la comisión organizadora aplicará pruebas rápidas para la detección de Covid-19 a un 15 por ciento de las personas que se reúnan en los templos para acompañar a las siete imágenes que recorren las calles del Centro Histórico.
En conferencia de prensa, Carlos Castro Mendoza, coordinador de logística de la procesión, dijo que está todo listo para el evento que espera reunir a unos 120 mil espectadores, después de dos años de suspensión a causa de la pandemia.
Detalló que se instalarán ocho puestos fijos de servicios de salud y habrá ocho ambulancias de SUMA, cruz roja y protección civil municipal para apoyar en caso de emergencias, al igual que personal de bomberos y vehículos de la corporación.
Castro explicó que cada cofradía ya ha designado a los porteadores que se encargarán de establecer un cinturón de seguridad en torno a las imágenes para evitar que la gente se aglomere, mientras que otros 300 voluntarios también estarán apoyando para garantizar la sana distancia entre los participantes.
En este sentido, pidió a la ciudadanía que desee participar que elija a una sola imagen y se integre al contingente, para así garantizar el orden, ya que “no es necesario acercarse a besar o a tocar las imágenes, ya que van en lo alto y se pueden apreciar desde lejos”.
“No prevemos que haya alguna cuestión anómala, lo que quisiera destacar es que el evento siempre se ha caracterizado por tener orden, a lo largo de 30 años jamás hemos tenido un problema serio de seguridad, incluso de salud hemos tenido algunos desvanecimientos que se atienden in situ”, acotó.
Por su parte el arqueólogo y representante de la imagen del señor de las Maravillas, Eduardo Merlo, refirió que la procesión de Puebla mantiene el título de la más grande de América Latina, ya que no hay ninguna otra con los mismos niveles de espectadores y muestras de devoción.